Nuestro Homenaje A Las Mujeres – Parte II: pioneras de la cosmética
Aquí os traemos la segunda entrega de Nuestro Homenaje a las Mujeres dedicada a nuestras heroínas y referentes. En esta ocasión, queremos centrarnos en mujeres pioneras de la cosmética. Ellas se abrieron paso en un mundo totalmente hostil, dominado por empresarios y hombres poderosos de la época. ¿Queréis saber su historia?
Madam CJ Walker
Aunque nosotras ya la conocíamos, puesto que siempre ha sido una inspiración para Tierra de Ceibas, gracias a la serie documental de Netflix nuestra querida Sarah Breedlove ha sido rescatada del olvido. Sarah, más conocida como Madam CJ Walker, creó una serie de productos cosméticos y su propia marca, nada más y nada menos que hacia principios del siglo XX. Hablamos de Estados Unidos en 1.904 y todo lo que ello supone: segregación racial, una sociedad racista, machista y absolutamente misógina. Esta mujer tan fuerte y poderosa, gracias a su tenacidad, valentía y a su gran trabajo, creó su imperio y consiguió convertirse en la primera mujer afroamericana millonaria.
Algo que nos fascina por completo fue su idea visionaria, tanto para el mundo de los negocios, como para la sociedad. Su gama de productos para el cuidado del cabello era específica para mujeres afroamericanas. Un hecho que no sólo permitió que todas esas mujeres invisibles pudiesen cuidarse y sentirse mejor, si no que también en muchos casos les daba una oportunidad de empoderarse. Además, fue abanderada de la integración de la mujer en el mundo laboral, llegando a contar con más de 25.000 empleadas.
Helena Rubinstein
Otro ejemplo de superación ante la adversidad entre las pioneras de la cosmética es el de Helena Rubinstein. De origen humilde, se vio obligada a dejar su Cracovia natal para viajar a Australia a finales del siglo XIX. Dato curioso: su madre introdujo en su maleta 12 botes de crema facial elaborados siguiendo la receta de la familia. ¡Sin saber que estaba transformando la historia de la cosmética! Helena comenzó a venderla en Melbourne y en tan solo dos años había generado suficientes ganancias como para abrir su propio centro de belleza en 1905.
Su talento innato la llevó a querer ir más allá. Se formó en dermatología, viajó por Europa para descubrir distintos tipos de piel y abrió otro centro en París. Desafortunadamente, tuvo que trasladarlo a Estados Unidos debido al estallido de la II Guerra Mundial. Allí fue donde creó su gran empresa, convirtiéndose en una de las mujeres más ricas de América.
Mujeres referentes y pioneras de la cosmética actual
Podríamos estar todo el día hablando de ellas y de otras mujeres que se hicieron a sí mismas, cambiando el rumbo de la cosmética y rompiendo los clichés de la época. Siempre les estaremos eternamente agradecidas. Nuestra admiración y gratitud a estas poderosas mujeres. Por ellas somos, y nunca lo olvidaremos.
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