Educación ambiental y desarrollo sostenible
El próximo 26 de Enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental. Sabemos que como pilar base para la concienciación y el cambio, la educación es fundamental. Pero, ¿a qué llamamos educación ambiental? ¿Qué es exactamente la educación sostenible? Hoy compartimos con vosotras reflexiones acerca de este tema tan importante en el presente y tan necesario para un futuro.
Hacia una transición ecológica
Quizá no somos conscientes de hasta qué punto formamos parte del cambio. Estamos en plena transición ecológica y eso implica que muchas de nosotras ya tenemos interiorizado tanto buscar soluciones a los problemas medioambientales, como prevenirlos. Participamos activamente en ello, hablamos sobre ello, compartimos ideas, herramientas, consejos… Y así es cómo sucede algo maravilloso: todo esto se transmite.
5 ejemplos de educación ambiental
- Comunicación de valores ecológicos y sostenibles. Nos apasiona hablarlo, explicarlo y transmitirlo. ¡Sobre todo a les niñes!
- Aprendizaje ambiental. Cuanto más investigamos, exploramos y aprendemos sobre el planeta, mejor sabremos cuidarlo.
- Prácticas activas. Aterrizar la teoría en la práctica, en nuestra rutina diaria; como por ejemplo: mantenerte fiel a tus valores o consumir como piensas.
- Recursos audiovisuales como método más dinámico para sensibilizar y concienciar sobre problemas medioambientales. Os recomendamos, por ejemplo, los documentales de Cosima Dannoritzer.
- Reclamar que las instituciones tomen decisiones y medidas para solucionar los problemas del medio ambiente. El movimiento internacional #FridaysForFuture es un gran ejemplo por parte de personas jóvenes que todas deberíamos seguir.
Proyecto de vida
Como personas, como mujeres, como amigas, como madres: somos educadoras. Sea cual sea nuestro proyecto de vida, tenemos nexos en común: aprender, enseñar y mejorar. Y para ello, no hay nada mejor que sembrar valores. Éstos serán los que nos proporcionen el auténtico equilibrio con la naturaleza y, por tanto, con la felicidad.
Y ahora, ¿os animáis vosotras a compartir vuestras reflexiones sobre el tema? ¡Nos leemos! 🙂
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