Así nació Tierra de Ceibas: Memorias de África – Capítulo II: Ziguinchor
Tal y como prometimos, hoy os traigo el segundo capítulo de mi viaje a Ziguinchor, Senegal. Un viaje que supuso un antes y un después en mi vida. Además de ser una experiencia cultural increíble, fue un viaje vital hacia lo más profundo de mi interior. Aún no he empezado mi relato y ya estoy emocionada. No es fácil pero me apetece compartir con vosotras un poco más sobre mí y sobre quién soy.
Llegando a Ziguinchor
En el primer capítulo os conté mi llegada a Dakar, una ciudad estimulante y excitante donde las haya. Desde allí cogimos una avioneta para llegar a Ziguinchor. Mi compa me recomendó que me pusiese en la ventanilla. ¡No os podéis imaginar cuánta belleza contemplaron mis ojos! Esto me hizo olvidar por completo el miedo que pasé cuando vi la avioneta en la que teníamos que viajar. Con la mirada perdida entre infinidad de manglares y agua, los veinte minutos de vuelo se me quedaron cortísimos. ¡Por fin llegaba a mi destino!
Centre Handicapped
Así es como llamaban allí a nuestro lugar de encuentro y trabajo. Centre Handicapped significa «Centro de Discapacitados» en francés (idioma oficial de Senegal). Me chocó el nombre, prefiero llamarlo Centro Social y así lo haré a partir de ahora. Dejamos el material, me enseñaron el espacio y tuve la primera toma de contacto con mis futuras alumnas. El recibimiento fue increíblemente cariñoso pero un tanto abrumador a nivel personal. El choque cultural, las horas de viaje, el cansancio… Estaba a flor de piel. Mientras que ellas me recibieron con alegría y despreocupación, yo estaba un poco desubicada y pendiente de que no se me notase esa sensación que tendría cualquier persona al contemplar por primera vez un grupo de 30 mujeres con diversidad funcional. La sensación se evaporó entre la vitalidad, el cariño y el aprecio que transmitían. Cuando me quise dar cuenta lo abrumador se había convertido en total admiración por esas mujeres fuertes, bellas y luchadoras. ¡Estaba tan feliz de estar allí con ellas!
Preparando los cursos
El lunes empezaban nuestros cursos. Teníamos un fin de semana para prepararlos y ultimar los detalles. Nos reunimos con otras cooperantes de diversas ONGS, y decidimos pasar el finde todas juntas en una isla cercana. Para llegar, había que recorrer el río Ziguinchor en barca. Fueron unos días increíbles de reír, compartir, aprender y conocer.
Y hasta aquí llega la segunda parte de este gran viaje físico y espiritual. ¡Pronto os traeré el tercer capítulo!
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